Biofertilizantes: un mercado que crece 15% por año en Argentina

Si bien es un mercado inferior al de los químicos, crece año a año y ya mueve casi 100 millones de dólares anuales en el país.

Región 24/10/2023 Sebastian Sentenach Sebastian Sentenach
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El desafío del mercado de los productos ecológicos es encontrar soluciones adaptadas a cada región.

En el marco de un mundo que demanda una producción más sustentable, y sobre todo respetuosa con el ambiente, incorporar el uso de los productos biológicos como biofertilizantes, bioestimulantes o biocontroladores es una gran oportunidad.

Estos insumos son elaborados en base a agentes de origen natural –como hongos, bacterias, virus, ácaros o extractos de plantas- que mejoran la productividad de los cultivos y que se utilizan cada vez más en el campo argentino.

Desde la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe) señalaron que es un mercado que moviliza casi U$S 100 millones por año y, si bien está por debajo de los agroquímicos y fertilizantes, viene aumentando entre un 15% y un 17% en Argentina. El principal negocio son los inoculantes (62% del mercado), seguidos por los bioestimulantes (14%), los bioinsecticidas (11%), los biofungicidas (5,1%) y los biofertilizantes (4,8%).

El mundo de tecnología en el agro es sumamente amplio y nos obliga a salir de una mirada reduccionista en donde se oponen tecnologías entre sí o una viene en reemplazo de la otra. Las tecnologías conviven entre sí sin tomar partido y exponiendo lo mejor de cada una. Podría decirse que son diferentes soluciones a un mismo problema. Federico Elorza, coordinador de gestión sustentable de Casafe, lo resume:  “No vemos que vaya a haber un reemplazo de los químicos por los biológicos, porque en muchos casos todavía no hay productos biológicos que puedan hacer lo mismo que hacen algunos químicos, pero sí lo que vemos es que el uso de los biológicos va a ser cada vez mayor y los productores van a volcarse hacia estas tecnologías”.

En el país hay un boom de la producción orgánica como un ejemplo que impulsa el uso de biológicos, ya que en este tipo de planteos no se pueden utilizar productos de síntesis química y confirmó la eficiencia de los bioinsumos en el campo:

“Son tan eficientes como los productos químicos, incluso en algunas oportunidades pueden llegar a ser más eficientes. Al ser organismos vivos, las condiciones de aplicación tienen que ser específicas para que esa eficiencia se exprese. Un caso testigo son algunos microorganismos sensibles a la luz solar, lo que obliga a aplicar el producto en horas donde no hay luz. Del mismo modo, otros son sensibles al exceso de temperatura, con lo cual hay que aplicarlos con condiciones meteorológicas adecuadas para que no pierdan la eficiencia y el vigor”, finalizó Elorza.

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