¿Por qué invertir en tierra se transformó en la mejor elección para ahorrar?

El panorama económico es incierto, sin embargo, existen alternativas financieras que pueden hacerle frente a la devaluación y a la incertidumbre. Una de ellas, y la que más ha sabido competirle a la inflación, es la inversión en tierra.

A pesar de la actual crisis económica que afecta al país, donde las familias enfrentan la depreciación de la moneda debido a la inflación, sigue siendo beneficioso invertir los ahorros en un desarrollo inmobiliario. Estas inversiones mantienen su solidez a lo largo del tiempo, ya que, a diferencia de otros activos, no suelen verse afectadas por las fluctuaciones económicas.

De hecho, dependiendo de la elección de la propiedad y el desarrollo que pueda experimentar, su valor inicial puede duplicarse y hasta incluso triplicarse. Ahora bien, ¿Qué diferencia a la inversión en tierra de otro tipo de inversiones? Ante esta consulta, Gonzalo Zeballos, Gerente Comercial de la desarrolladora Grupo Roma comentó: “Invertir en tierra es la alternativa que las familias siguen eligiendo para combatir la incertidumbre inflacionaria y resguardar sus ahorros de forma segura”.

Especializado en inversiones de todo tipo, y formando parte actualmente de una de las desarrolladoras que más ha crecido en la ciudad, Gonzalo advirtió: “Sin embargo, hay que tener en cuenta algunas variables, en primer lugar, la valorización de un lote dependerá de la etapa en la cual el cliente efectúe la inversión, es decir, la capitalización será directamente proporcional a la instancia del desarrollo en la cual se invierta”.

Algunos factores que ayudan a encaminar una inversión:

El desarrollador. Cuando se selecciona un terreno, resulta fundamental considerar el promotor responsable del desarrollo del área. Es aconsejable investigar a la entidad encargada de llevar a cabo este proyecto. ¿Cuenta con una sólida trayectoria en el sector? ¿Ha ejecutado proyectos de naturaleza similar anteriormente?

El terreno. Tener en cuenta aspectos legales y normativos que involucran al desarrollo, como posibles deudas, la existencia de escrituras, su estado como un proyecto de parcelación en curso, el contrato de compra-venta, certificaciones y otros aspectos relacionados.

Financiación. En este momento, es crucial contemplar cómo abordar el pago del terreno. Si se dispone del importe completo, es posible adquirirlo de contado, cubriendo también los costos asociados a la transacción, como los honorarios inmobiliarios y los gastos de escritura, entre otros.

En caso de no contar con el capital completo para la adquisición de los lotes, se puede orientar la búsqueda hacia aquellos que ofrecen opciones de financiamiento. Generalmente, estos se encuentran en barrios en proceso de desarrollo o en loteos. Otra alternativa es explorar las posibilidades de créditos ofrecidos por entidades bancarias.

La ubicación. Es un factor esencial. Si el terreno está situado en una zona residencial o dentro de un desarrollo urbano, es probable que su uso esté limitado a fines residenciales. Por lo tanto, si se tiene la intención de construir otro tipo de estructura en el terreno, es necesario investigar con anticipación las regulaciones que rigen el uso del suelo en esa propiedad.